Las dificultades siempre están ahí y la actitud con la que cada cual se enfrenta a ellas es esencial. ¿Y quién mejor que un payaso para demostrárnoslo?
Puertas que cuando necesitas que se abran no lo hacen, interruptores jugones que no consiguen iluminar la oscuridad, lluvia que no es lluvia, dibujos que toman vida, caminares a contraviento que no te dejan avanzar, agujas del reloj que nunca se mueven como querrías, sillas apiladas que caen como un castillo de naipes…